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jueves, 28 de octubre de 2021

El judo en el Olimpo

 

         El judo en la actualidad es uno de los deportes más convocantes del cronograma olímpico, practicado alrededor del mundo por millones de personas, pero ¿cómo llegó a ser el deporte que es hoy? ¿Por qué se diseminó su práctica con tanto éxito sobre todo en Europa? Naturalmente el epicentro del fenómeno nos lleva a Japón, son ellos los que dominan las principales competiciones organizadas por la IJF (Federación Internacional de Judo por su sigla en inglés). Aunque ese dominio nunca fue total, ya veremos luego que desde que se introdujo el judo en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 podemos hablar de un campeón olímpico “extranjero”, Anton Geesink holandés de nacimiento, se encargó de arrebatarles a los japoneses en su propio suelo el título olímpico de la categoría libre. Pero lo cierto es que el gigante holandés era considerado como el más japonés de los extranjeros, él vivió los años previos a la competición en Japón sintiendo e incorporando la cultura que abarca el judo como uno más de ellos.

En la previa a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 muchos judocas de la región tomaron esa misma decisión. Es el caso de las extraordinarias judocas venezolanas Anriquelis Barrios y Elvismar Rodríguez como también el ecuatoriano doblemente olímpico Lenin Preciado. Hay algo en esta práctica deportiva que excede al deporte mismo. Algo que no se puede aprender en un dojo. Con certeza sus comidas, hábitos, su ciencia, su arte tienen un predominante en esta historia. Imagínense lo relevante que es la cultura del judo en tierras japonesas que el primer film del célebre director de cine ganador de un Óscar honorífico Akira Kurosawa se llama “La leyenda del gran Judo”, él decidió contar esa historia y no otra.

          Japón es el máximo ganador de medallas olímpicas en judo con un total de 96 (48 de oro, 21 de plata y 27 de bronce), lo sigue Francia desde lejos con 57 (16 ;13 ;28) y en el tercer escalón del podio y mucho más cerca Rusia con 46 (12 ;9 ;25). En tanto en América la gran potencia es Cuba, la pequeña isla del caribe tiene en su haber 37 medallas olímpicas (6 de oro, 15 de plata y 16 de bronce). Brasil, país con una fuerte inmigración japonesa es el que pisa más fuerte en Sudamérica con un total de 24 medallas olímpicas (4 ;3 ;17).


La historia al Tatami

 

             A diferencia de lo que cree el imaginario colectivo, el judo es un arte marcial relativamente nueva pero que desciende directamente de otras artes marciales milenarias. A mediados del siglo IXX Japón comienza a abrirse al mundo comercialmente, en ese marco una de las medidas sociales que se toman es la prohibición de portar armas en la vía pública. La clase más afectada con dicha decisión fueron los Samurai, que poco a poco perdieron relevancia dentro de la comunidad. Pero las armas no eran la única herramienta que tenían, comienza a ser más gravitante el manejo del Jiujitsu.


     Aquí entra en la historia el educador, intelectual y pedagogo Jigoro Kano, quien sería tiempo después el padre del Judo. Él empieza a estudiar los diferentes estilos del Jiujitsu buscando las herramientas para crear un método híbrido y mejorado que pueda ser utilizado en la enseñanza de la educación física y cultural del pueblo japonés. Kano quién terminaría siendo el primer japonés miembro del Comité Olímpico Internacional y ocupando puestos relevantes en la administración pública se caracterizaba paradójicamente por su endebles física y desde chico había sido víctima de burlas y agresiones por parte de otros niños. El método que idealizó no se limitaba a la premisa del jiujitsu de utilizar la fuerza del que ataca, sino que brindaba las herramientas metódicas necesarias para resolver situaciones donde el adversario se encontraba en una actitud pasiva ante nosotros y de hacerlo con la máxima eficacia con el mínimo de energía requerida. De esta manera y con sólo nueve discípulos nace en 1882 en el distrito de Shimatoni el “Kodocan Judo”, tiempo más tarde todo sería reducido al poético nombre de judo, que significa el camino de la suavidad y su enseñanza sería obligatoria en todas las escuelas secundarias del Japón.

        La expansión del judo se inició en 1910 donde muchos maestros que habían estudiado en el Kodokan arribaron a Europa para expandir el conocimiento. Su desarrollo filosófico y educativo tuvo un gran agrado en la comunidad europea, sobre todo en Francia, Holanda e Inglaterra donde científicos, educadores e intelectuales se interesaron en esta nueva práctica deportiva. Curiosamente a la Argentina llego unos añitos antes, ya que en el año 1906 la Fragata Sarmiento ancló en el puerto de Yokohama y su Comandante, un tal Adolfo Díaz quedó deslumbrado por la exhibición de judo que recibieron al momento de darles la bienvenida. Esta bienvenida tenía que ver con la buena relación que existía en ese momento entre el Imperio Japonés y el Gobierno nacional. Era la primera vez que un buque argentino visitaba Japón luego de que finalizara La Guerra Ruso Japonesa para la cual el presidente Julio Argentino Roca le vendió en cómodas cuotas dos buques de guerra y les brindó a los nipones la instrucción necesaria para comandarlos. El comandante Díaz comenzó a insistir a las autoridades navales para que el judo fuera incorporado a los planes de estudio de los cadetes de la Escuela Naval Militar Argentina y desde el extinto Ministerio de la Marina aprobaron el proyecto y se contrató a dos instructores. El 30 de noviembre de 1906 arribaron al Puerto de Buenos Aires Yoshio Ogata y Kotoku Watanabe, los dos primeros maestros de judo en Argentina.

       Volviendo a Jigoro Kano debemos decir que fue miembro de COI hasta el momento de su muerto en 1938, sin embargo, él no tenía intenciones de posicionar al judo como deporte olímpico, sino que lo consideraba como “un principio de vida, arte y ciencia” y afirmaba que Los Juegos Olímpicos estaban fuertemente influenciados por el nacionalismo y que posiblemente el judo se vea influenciado hasta transformarse en una lucha bárbara como lo era el jiujitsu antes de que fuera fundado el Kodokan ¿premonición? Lo cierto es que para Kano “el judo debería permanecer tan libre como el arte y la ciencia de las influencias externas, políticas, raciales, económicas. Todo lo relacionado con él debería dirigirse a su objetivo final que no es otro que el beneficio de la humanidad”.

        Mucho tiempo después del fallecimiento de Kano, en 1951 se crea la IJF con sede en Lausana, Suiza y cuatro años más tarde se celebró el primer Mundial en Tokio, con una sola categoría libre de peso, masculina por supuesto. En1962 el COI anunció al judo como deporte exhibición de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 ¡que comience el judo show!

 

Jugogis criollos teñidos de gloria rosada

 

           Desde el primer Juego Olímpico en el que judo era incluido (exhibición) Argentina tuvo participación. Naturalmente sólo había lugar para los hombres (las mujeres deberían esperar hasta Barcelona 1992) y en sólo cuatro categorías, una de las cuales era libre por lo cual cualquier judoca podía inscribirse en ella, lógicamente los de menor peso eran menos propensos a participar en ella. Como se muestra en el video documental “La verdadera historia del Judo” disponible en Youtube los japoneses fueron reyes en todas las categorías, salvo en la libre donde triunfó el holandés Anton Geesink. Los argentinos presentes en Tokio 1964 fueron Oscar Karpenkopf en la categoría de hasta 68 kg, Rodolfo Pérez en -80 kg y Miguel Casella en más de 80 kg y libre. Éstos dos últimos culminaron en la quinta posición en sus respectivas categorías por lo tanto se convirtieron en los primeros atletas argentinos en conseguir un diploma olímpico en el deporte. En ese momento los diplomas olímpicos sólo lo recibían los seis primeros, desde Los Ángeles 1984 se amplió a los primeros ocho.

Daniela Krukower
Daniela Krukower

    Luego de que el judo no fuera parte de México 1968, y con un sólo judoca clasificado a los de Múnich 1972 (Antonio Gallina), donde el judo formó parte del calendario oficial, encontramos algunas curiosidades en los dos judocas clasificados para Montreal 1976. En la categoría de hasta 70 kg se hizo presente Oscar Strático que había sido medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 1975, lo curioso en él es que luego de la incursión olímpica cambió de deporte. Se fue a la lucha libre (como lo hizo Patricia Bermúdez que se había iniciado en judo, incluso disputando nacionales en la misma categoría que Paula Pareto). La cuestión es que Strático clasificó a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 no sólo en lucha libre sino también en lucha grecorromana, un crack.

 

         El otro judoca en cuestión que participó en Montreal 1976 llevándose un diploma olímpico en la categoría libre fue Jorge Portelli. En realidad, él, podría haber sido algo que no terminó siendo. Ser el primer judoca en participar de dos Juegos Olímpicos. La realidad marca que Portelli era uno de los dos judocas clasificados a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 (el otro Omar Abdala) a los cuales la Argentina no terminó asistiendo por alinearse a la propuesta norteamericana del boicot. Ese pergamino se lo terminaron llevando otros dos judocas, Darío Gastón García (-78 kg) y Sandro López (-81kg) que estuvieron presentes en Seúl 1988 y en Barcelona 1992. García que había debutado en Seúl con un diploma olímpico también asistió a Atlanta 1996 (5to lugar) y en Sídney 2000 pero en -81 kg. Junto a Orlando Baccino (Barcelona 92, Atlanta 96, Sídney 2000 y Atenas 2004) tiene el record de presencias argentinas en el judo olímpico. Record que en éste Tokio 2020 igualaron Paula Pareto y Emmanuel Lucenti.

      El judo como otros deportes experimentó diferentes cambios, debido a necesidades sociales y comerciales, pasamos de un judo sólo para hombres donde había una sola categoría y las luchas duraban diez minutos, a un judo más dinámico donde las mujeres serían igual de protagonistas que los hombres e incluso le harían más oposición al judo oriental. Barcelona 1992 es el Juego Olímpico donde se incluyó a las mujeres y ahí estuvieron dos mujeres argentinas escribiendo la historia grande del deporte. Con tan sólo 19 años Carolina Mariani (-52kg) y la actual entrenadora de Pareto, Laura Martinel (-66kg) fueron las primeras mujeres olímpicas y ambas culminaron en el 7mo lugar trayéndose consigo unos preciados diplomas. En 1995 Mariani se quedó con el subcampeonato del mundo en Chiba y así trajo por primera vez una medalla mundialista al país. En 2003, la que volvería a golpear el tablero (o el tatami) sería Daniela Krukower cuando se volviera del Campeonato Mundial de Osaka con la medalla de Oro en el cuello. Argentina tiene cinco medallas mundialistas, todas con aroma de mujer. Las otras tres, son de Paula Pareto, una de cada color. 


SUR, PARETO Y DESPUÉS 

 

    Podría ser un tango lleno de nostalgia y pasión. Esa mujer que nos posicionó como los mejores en realidad nos había engañado. Ella y sólo ella lo es. Llegó a Beijing 2008 como una ignota deportista y volvió con los laureles de ser la dueña de la primera medalla olímpica del judo. Luego vino la decepción de Londres 2012 (decepción en términos de no lograr lo que fue a buscar) se quedó sin medalla por un doble shido en el golden score cosa que hoy no sucedería ya que el reglamento cambió y los combates se deben definir por puntuaciones técnicas. Y después vinieron el título mundial de Astana y la dorada de Rio, esa que hasta a mí mismo me llena de orgullo, porque por primera vez vi a un campeón olímpico el día de su consagración, aunque lastimosamente no en la lucha final. Tenía entradas sólo hasta los cuartos de final, para el receso de las semifinales debía retirarme y con mi argentinidad encima me compré para comer y beber haciendo tiempo y viendo que sucedía, luego advertí que a los que se quedaban los “invitaban” a retirarse, pensé en esconderme en el baño, pero de hacerlo sabía que tenía que esperar escondido allí al menos dos horas, dude, no lo hice, hasta que me sacaron del lugar. Tardé tanto en llegar con el peso de mi arrepentimiento desde el Parque Olímpico de Rio de janeiro al hostel de Botafogo donde me hospedaba que cuando lo hice Pareto ya era la campeona Olímpica. El periodista Gonzalo Bonadeo, en su último libro “Pasión Olímpica” cuenta el suceso de las luchas definitorias “Paula que venía de ganar sus dos primeros combates por ippon, tuvo un cruce en semi con la japonesa Ami Kondo, quién dos años antes le había ganado una discutida final del mundo en Chelyabinsk. Fueron casi tres minutos de superioridad de la argentina plasmado en un waza-ari y medio minuto final de angustia por la acumulación de penalizaciones de Paula y la búsqueda infructuosa de la japonesa” y con respecto a la final agrega “el enfrentamiento decisivo volvió a mostrar a Paula en control. Tanto que por muy pocos centímetros el waza-ari decisivo no se convirtiera en ippon. Al final se repitió la misma historia de las semis, con la coreana desesperada y Paula acumulando casi por prudencia penalizaciones”


Personalidades como las de Paula Pareto, tienen la magia de hacernos sentir parte de la historia, como si nosotros mismos hubiéramos aguantado el vendaval de la surcoreana Jeong en la final.  

En Tokio 2020 debido a una lesión en su codo no pudo materializar una nueva medalla pero así y todo quedó entre las mejores ocho del torneo. Después llego el Adios, el día que la peque anunciaba tu retiro. La extrañaremos toda la vida.

Para colmo Emmanuel Lucenti el mejor judoca argentino de los últimos 15 años también está dando sus pasos finales. El judo de Argentina pareciera haber sido eclipsado por estos dos gigantes del deporte y el recambio no parece haber madurado. Sólo la puntana Keysi Perafán, quinta en el último mundial (misma categoría de Pareto) pareciera tener el nivel internacional necesario para aspirar llegar a un Juego Olímpico. Desde los Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur 2010 a los de Buenos Aires 2018 tuvimos cinco representantes en judo, al momento la única que ha logrado entrar al seleccionado mayor fue Ayelén Elizeche en la categoría de hasta 52 kg con algunos buenos resultados a nivel panamericano.

El judo argentino pasó de nueve representantes en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y Atenas  2004 a dos en los de Rio y Tokio. Paradójicamente el periodo más exitoso en conquistas coincide con el más escaso en volumen de deportistas de nivel. Aquí el desafió del judo, poder reinventarse, y superar lo que parece que está próximo, el ocaso de los ídolos.

Contando todas las experiencias olímpicas argentina tuvo 44 representantes (36 hombres y 8 mujeres- ver lista) y al momento se obtuvieron, dos medallas (las de la peque) y 15 diplomas olímpicos. Debo aclarar que las medallas obtenidas por Elizeche (oro) y Gustavo Basile (Bronce) en los Juegos de la Juventud Nanjing 2014 no fueron consideradas ya que no se obtuvieron por su desempeño personal sino por un trabajo en equipo. En los Juegos de la Juventud es tradición en los deportes individuales armar equipos que sus miembros provengan de diferentes nacionalidades para promover la inclusión, la camaradería y dar un mensaje integracionista.

 

 

Lista de Argentinos Olímpicos Juego por juego

 

Tokio 1964  (Exhibición)

-Rodolfo Perez 5to cat hasta 80 kg  

-Oscar Hugo Karpenkopf  cat hasta 68 Kg

-Michel Angel Casella  80 kg   6to  Munich 1972

-Antonio Gallina -80 kg

 

Montreal 1976

-Oscar Stratico  -70 kg

- Jorge Portelli  93  kg

Categoria Libre 5To DIPLOMA OLIMPICO

 

Barcelona 1992

-Dario Garcia -78 kg

-Sandro Lopez -81 kg

- Orlando Baccino  >95 kg

- Leonardo Salvucci -60 kg

- Carolina Mariani -52 kg  7ma DIPLOMA OLIMPICO

- Francisco Morales -65 kg

- Laura Martinel -66 kg 7ma DIPLOMA OLIMPICO 

- Edgardo Antinori -71 kg

- Jorge Aguirre -95 kg 

 

Atlanta 1996

Dario Garcia -78 Kg 5to DIPLOMA OLIMPICO

Orlando Baccino >95 kg

Carolina Mariani -52 kg 7Ma DIPLOMA OLIMPICO

Francisco Morales -65 kg

- Jorge Lencina -60 kg

- Sebastián Alquati -71 kg

- Pablo Elissi -86 kg

- Alejandro Bender -95 kg  7mo DIPLOMA OLIMPICO

 

SIdney 2000

-Dario Gastón Garcia -81 kg

-Orlando Baccino >100 kg

-Carolina Mariani -52 kg    

-Jorge Lencina -60 kg

-Sebastian Alquati -73 kg

-Alejando Bender -100 kg

- Martín Rios -66 kg

- Eduardo Costa -90 kg

-Daniela Krukower -70 kg 

 

Atenas 2004

Orlando Baccino >100 kg

Jorge Lencina -66 kg 7mo DIPLOMA OLIMPICO

Eduardo Costa -90 kg 7mo DIPLOMA OLIMPICO

- Miguel Albarracín -60 kg

- Rodrigo Lucenti -73 kg

- Ariel Sganga -81 kg  30 años

- Andres Loforte -100 kg

- Daniela Krukower -63 kg 5ta DIPLOMA OLIMPICO

- Elizabeth Copes -70 kg

 

Beijing 2008

-Sandro Lopez  

-Eduardo Costa -100 kg

- Diego Rosatti -90 kg

-Miguel Albarracin -60 kg

-Daniela Krukower -63 kg

- Mariano Bertolotti -73 kg

- Emmanuel Lucenti -81 kg

- Paula Pareto -48 Kg BRONCE 

- Lorena Briceño -78 kg

 

Londres  2012

-Emmanuel Lucenti -81 kg  7mo DIPLOMA OLIMPICO

-Paula Pareto -48 kg 5ta DIPLOMA OLIMPICO

- Hector Campos -90 kg

- Cristian Schmidt -100 kg

 

Rio de Janeiro 2016

Emmanuel Lucenti -81 kg

Paula Pareto -48 kg ORO

 

Tokio 2020

Emmanuel Lucenti -81 kg

Paula Pareto -48 kg DIPLOMA OLIMPICO

 

Singapur 2010 (Juegos de la Juventud)

- Bruno Villalba -100 kg

 

Nanjing 2014 (Juegos de la Juventud)

-Gustavo Basile -100 kg  

- Ayelén Elizeche -52 kg            

 

Buenos Aires 2018  (Juegos de la Juventud)

- Mikaela Rojas -44 kg

- Joaquín Burgos -100 kg