Elke Karsten, La Maga.

     La Maga, entrañable personaje de la extraordinaria novela de Julio Cortazar "Rayuela" que revolucionó la literatura latinoamericana y mundial. Una mujer de carácter, de decisiones y muchas veces indescifrable. El handball también tiene su "Maga" y es sin dudas, la quilmeña Elke Karsten.

    Desde su debut en el seleccionado argentino en el año 2013, con tan sólo 17 años, se podía presumir fácilmente que no estábamos en presencia de una jugadora más. Había toques de distinción en su juego, lanzadora potente, con presencia física, actitud irreverente. Hoy a todo esto le agregamos que la joven y talentosa jugadora de ascendencia alemana ya tiene dos mundiales, una medalla panamericana y un juego olímpico sobre sus espaldas. Es decir la experiencia justa para convertirse en una líder nata de "La Garra", quizás no desde la dialéctica pero sí desde el juego. 

  

Elke Karsten y su singularidad

    El próximo gran desafió para el combinado nacional, dirigido por Eduardo Peruchena, es el mundial a disputarse en Alemania en diciembre de este año, en el que nuestras chicas serán parte del difícil grupo B junto al actual campeón Noruega, Suecia, República Checa, Hungría y Polonia. El boleto a la cita mundialista fue lograda en el panamericano disputado en nuestro país en el mes de junio cayendo en la final con el amplio favorito Brasil por 38-20.  Con respecto al desempeño grupal en dicho torneo Karsten concluyó: "al equipo lo vi muy bien, se encontró una regularidad que antes no teníamos como equipo. sacando el partido contra Brasil, el equipo fue un reloj". En referencia a su actuación individual, "me sentí bien, no jugué mucho. Pero lo que jugué me sentí cómoda, las rodillas me respondieron y eso es lo importante". Recordemos que nuestra atleta sufrió dos graves lesiones, la primera de ellas puso en duda su participación olímpica e hizo que no llegue al ciento por cien a Rio de Janeiro. Ya con la segunda lesión a Elke se le pasó por la cabeza dejar la competencia de alto rendimiento recuperarse para jugar exclusivamente en su querido Quilmes con sus amigas de toda la vida. Pero no en sencillo dejar todo esto y cuanto más cerca estaba de volver, más era su deseo de representar a la Argentina otra vez. Por suerte la cabeza no le juega en contra al volver de las lesiones, lo hace sin miedos. Cree que si uno hace las cosas bien para recuperarse, no tiene por qué tenerlos.

La Garra Renovada medalla de plata en el último Panamericano

     La más pequeña de las Karsten (son cuatro, todas ellas defienden los colores de Quilmes)está a días de emprender un gran desafió. Volver al handball español. Luego de su efímero paso por aquella liga de la que tuvo que volverse por su lesión, fichó para el Bera Bera un equipo con otros objetivos y ambiciones del que fue en aquel entonces, "es un club donde realmente se pelean cosas importantes. Me tengo que poner a tiro lo más rápido posible para estar a la altura y demostrar que estoy para estar ahí". En relación a las diferencias sustanciales que hay entre uno y otro handball dice no encontrar al menos en España una gran distancia desde lo físico pero sí con respecto a la velocidad y dinámica del juego. 
    Se hace evidente que va a extrañar, su casa, su familia, sus amigos, su club. "Yo sin el club no hubiera llegado a ningún lado, hoy vivo del handball, por eso le debo todo" y enseguida agrega,"Me costó mucho decidir irme. Me duele porque nunca pensé en jugar en otro club que no sea Quilmes, pero sé que no es posible hacer carrera en Argentina, por eso estoy tranquila con la decisión que tomé, de todas maneras es un hasta luego".

Las Hermanas Karsten junto a la experimenada arquera Silvina Schlesinger  

   Todavía falta muchísimo para Tokio, pero es clave aceitar el equipo de cara a los panamericanos de Lima 2019, donde se jugarán el pasaje para los JJOO de Tokio 2020. La misión es ganarle a Brasil "ellas están un escalón arriba o quizás un poquito mas, pero es cuestión de entrenar y los partidos hay que jugarlos. Podes tener un  buen día y que te salga todo o un mal día y que no te salga nada" afirmó la flamante jugadora de la Garra. El seleccionado argentino se encuentra en un periodo de renovación y el horizonte es esperanzador por algunas gratas apariciones. El anhelo de algunas es repetir el sueño de ser olímpicas y de las nuevas es cumplirlo por primera vez.

   Elke enuncia que su peor defecto dentro de la cancha es que "soy muy calentona, me fastidio y me enojo rápido, eso a veces me saca del partido" y su principal virtud es que siempre va para adelante, no importa si pierde por 20 o gana por 15, no sobra los partidos, juega siempre igual, con la misma responsabilidad. Fuera de la cancha se considera una buena persona, humilde ante todo y como defecto se define como "muy jodona" y en ocasiones se pasa. Sobre todo con sus hermanas "a veces terminamos a las puteadas" dice riendo "dentro de casa somos como una telenovela".

-¿Cómo me veo en 8 o 10 años? Espero que jugando a nivel profesional y por qué no peleando otra clasificación Olímpica.

              Ojalá así sea.Antes de cerrar comparto algunas imágenes de la increíble Elke en el Panamericano de Buenos Aires. A disfrutar.

                                          

                                        Mariano Augusto Bernal

   

Diana Valentini, nuestra abanderada en las Sordolimpiadas.

Samsun, una ciudad al norte de Turquía sobre la costa del Mar Negro será el escenario del vigésimo tercer juego olímpico para sordos a desarrollarse entre el 18 y el 30 de julio. El evento que tuvo su estreno en Paris 1924 contará en esta ocasión con 38 atletas que representarán a la Argentina, entre ellos una mujer porteña de 34 años que sabe lo que es ganar una medalla olímpica, Diana Valentini. La nadadora que representa a River Plate se transformó en Sofía 2013 en la primer mujer argentina de la historia en volver con una presea. Ya instalada en la ciudad turca junto a su entrenadora Marcela Belviso, anhela revalidar lo logrado hace cuatro años, no será tarea sencilla pero se siente preparada para hacerlo, quizás ya no tanto desde lo físico (compite con atletas 10 o 15 años más jóvenes) pero sí desde lo mental, "a veces las carreras se ganan con la cabeza" afirmó la elegida por la Confederación Argentina de Sordos para llevar la bandera nacional en la ceremonia de apertura. Valentini participará en cuatro pruebas: 50 y 100 metros libres, 200 espalda y 50 mariposa. Estadísticamente podríamos concluir que sus grandes posibilidades están en espalda (además del logro antes mencionado, debemos sumarle la plata conseguida en el mundial de Texas 2015), sin embargo Diana se siente pareja en cada una de las pruebas.

Diana Valentini 

   Ella sabe de cada esfuerzo, de los altibajos que se pueden presentar, de las luchas internas, por eso no duda en decir: "Estoy dispuesta a disfrutar cada momento de este evento", pero la emoción para ella comenzó mucho antes, cuando se enteró que sería la responsable de llevar la bandera, esa misma que llevó Luis Scola el año pasado en Rio de Janeiro. Era algo que no esperaba y transmitírselo a su familia y amigos fue un sentimiento muy intenso.

  Una de las discusiones que se deberían hacer al respecto de las sordolimpiadas, es la de incluirlas dentro del cronograma olímpico y paralímpico. Eso le daría una mayor exposición y en consecuencia mayores recursos, para los atletas. Si bien Valentini tiene apoyo de la Secretaria de Deportes y de su club, no se compara por ejemplo con las becas que tienen los olímpicos y paralímpicos. Es sabido el caso de la nadadora santafesina, también medallista mundial, Celeste Puñet que podrá participar de éstas sordolimpiadas por exclusiva ayuda de su provincia y por rifas que ella misma organizó o el del equipo de vóley femenino "Las Delfinas" que no logró juntar el dinero para viajar e incluso muchas jugadoras dejaron el plantel por falta de apoyo institucional. El asunto es complejo, y las autoridades deberían tomar cartas en el asunto para hacer del deporte un medio de inclusión. Atletas con grandes resultados, ignorados y sin apoyo, por ser sordos. No suena justo. 

   

Valentini y sus compañeras el día que rompieron el record argntino en 4x50 Medley

     Volviendo a nuestra protagonista, campeona en simpatía, nos contó acerca su diagnóstico: "Yo no escucho bien desde que nací. A medida que fui creciendo empecé a perder más la audición por los cambios hormonales. A los 14 años me di cuenta que no era normal que mirara tanto los labios para entender y que si apagaban la luz no escuchaba nada, ahí le dije a mi mamá que quería audífonos. En las competencias yo escucho la largada porque los sonidos fuertes los puedo percibir". Justamente es primordial para los nadadores hipoacúsicos, la luz de la partida (en los torneos para sordos es obligatoria), pero en  algunos torneos de convencionales donde también pueden participar no las tienen, entonces para no ser descalificados deben esperar unas centésimas o un segundo después de que se lanzó el nadador oyente, y todos sabemos lo que significa eso en una carrera de 50 o 100 metros.

     Madre, atleta y esposa. Todo en una. Se considera una mujer super ordenada, se encarga de estudiar junto a su pequeño Tomás y de llevarlo a sus actividades. Y cuando se siente cansada por los entrenamientos tiene el apoyo incondicional de los abuelos que la ayudan muchisimo. Tomy ya está dando sus primeros pasos en la natación y no podía ser de otra manera porque además su padre, Mariano Varde es un ex nadaor y actual entrenador del equipo convencional de River Plate.

     

La familia unida

    A estar atentos entonces a la participación de nuestra querida atleta que competirá las jornadas del 21, 24 y 26. Diana nunca pudo ser abanderada en el colegio, las maestras no le daban un buen trato por no saber el inconveniente auditivo que tenía y ella no se animaba a manifestarlo, pero en unos días tendrá su revancha gracias al deporte, y ¡que revancha! 

                                          Mariano Augusto Bernal