martes, 22 de septiembre de 2020

Emmanuel Lucenti: " entreno judo porque es mi vida, no por los Juegos Olímpicos"

     Probablemente el 2020 nos quede en la memoria como el año que no fue. En el último brindis del 2019 nadie imaginaba un contexto mundial tan convulsionado. En ese entonces Emmanuel Lucenti, tenía bien claro que iba a seguir luchando por su sueño (uno más de todos los que cumplió en su extensa carrera) llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero esta vez no lo intentaría sólo. Tendría un equipo. Su mujer Agostina y su pequeño hijo, Camilo. 

    El destino fue 100% estratégico, Georgia se encontraba cerca de los seis torneos en los que participaría. Es un país relativamente barato comparado con otros países europeos y el nivel de judo es muy bueno. Cerraba por todos lados. No le importaba invertir todo su dinero ahorrado, no iba negociar estar  lejos de su familia, que su hijo se crie con su ausencia. La logística fue totalmente distinta, antes podía llegar y quedarse en cualquier hostel, ahora el asunto era más complejo, pero nada pagaba más que estar acompañado de sus grandes afectos.

Lucenti es una figura destacada en la historia del olimpismo argentino


    Todo lo deseado la última noche del 2019 se estaba volviendo realidad, al menos desde las intenciones, desde la búsqueda. Pero el final es conocido. El COVID no dio tregua. Las fronteras se cerraron. Y nuestro tres veces olímpico quedó varado junto a su familia en el extranjero, sin poder volverse, sin recursos, prácticamente a la buena de Dios. Fueron tres meses muy intensos y difíciles que gracias a la obra de un empresario argentino Ricardo Fernández Nuñez tuvo su final feliz. En junio gracias a éste Lucenti y Cia pudieron regresar a nuestra patria "Fue muy duro que las autoridades nos dieran la espalda, no se lo deseo a nadie. Espero que la gente de deportes se de cuenta que estuvo mal, que a un atleta no se le hace eso".

    Aquí el dilema que nos tenemos que replantear. Un tipo que dedica su vida al deporte, que nos hace grande detrás de las fronteras, que lleva la bandera tatuada en el pecho tuvo que mendigar prácticamente su regreso al país.  Lucenti fue diploma Olímpico quedando en 7mo lugar en Londres 2012 podríamos hacer un paralelismo con una instancia de cuartos de final de fútbol. Aquí la paradoja. Alguien imagina a Juan Sebastián Verón o Gabriel Batistuta ¿pidiendo algo tan básico? y si lo hicieran ¿cómo hubieran reaccionado las autoridades? Por suerte, alguien como Ricardo puso su generosidad y sus deseos de hacer un acto justicia de algo que le era totalmente ajeno. 

    Hay que cambiar muchas cosas para que los deportistas amateurs se desarrollen como después les exigen. Es sencillo pedirles resultados para darles ayuda, pero debería ser a la inversa, darles y después pedirles. ¿Cómo puede ser que alguien de la trayectoria de Emmanuel no reciba becas ni del ENARD ni de la Secretaria de Deportes por no haber obtenido buenos resultados en determinado año¿Tan mezquinos e ingratos podemos ser?  

"La ayuda que tengo es principalmente de mi sponsor DAEDO, ya hace 4 años que estoy junto a ellos y realmente es quien me posibilita seguir compitiendo, también el gobierno de mi provincia (Tucumán)  me ha apoyado cuando más lo necesitaba y mi proveedor de suplementos es Cardiosportoficial, que ellos estan al tanto de cualquier necesidad tanto en suplementos como en indumentaria para entrenar" explicó detalladamente Lucenti. 

Complicidad pura entre Emmanuel y Camilo, ambos con sus judogis

      El tucumano que el mes próximo cumplirá 36 años se radicó en la provincia de Santiago Del Estero y es allí donde realiza sus entrenamientos de acuerdo a las posibilidades del momento "La pandemia me ayudó a parar la mente un tiempo, descansar y darme cuenta de todo lo que hice durante estos últimos años" concluyó Lucenti. Ël cree que los juegos Olímpicos a realizarse el año que viene no se tendrían que hacer porque a nivel sanitario sería un peligro. Pero ni la cancelación del máximo evento pone en duda su continuidad en el deporte y es tajante en esto "si mi mente y cuerpo me lo permiten sigo. Yo entreno judo porque es mi vida, no por los Juegos Olímpicos, ya fui a tres, ya estuve cerca de una medalla. Esas son circunstancias y momentos que uno vive y le toca atravesar, pero hacer judo por un torneo en sí me parece de poco apasionado, me parece que hay deportistas que lo hacen porque les conviene más que por amor al deporte"

   




                                  Mariano Augusto Bernal