miércoles, 2 de enero de 2019

Brenda Sardón; pasado, presente y futuro.


     Brenda Sardón es una de las deportistas que genera más admiración tanto por su historia como por su manera de superarse y reinventarse en el deporte . Arrancará este 2019 con nuevos y ambiciosos objetivos.
    Si bien en el 2018 obtuvo grandes resultados en canotaje (fue subcampeona mundial en la Copa de Hungría, buenas regatas en el argentino y sudamericano). Quizás el lado negativo estuvo que habiendo logrado el coeficiente requerido para participar del mundial de Portugal, no pudo ir porque sólo había dos plazas en juego y ella culminó tercera. De  todas maneras la oriunda de Bolivar tiene la virtud de encontrar lo bueno en lo que aparentemente no lo es , "yo venia participado en los mundiales, contenta y orgullosa desde 2013 ininterrumpida . Si bien hubiese sido muy bueno ir, creo que me sirvió para calmar un poco, pensar en mí y en mi relación con el deporte" afirmó la atleta que en enero cumplirá 26 años.
Junto a su fiel amigo Rex
     
    Quizás en esos replanteos se le instaló la idea de cambiarse a un deporte "hermano". El remo. El objetivo es más que ambicioso, clasificar a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, en la modalidad de doble mixto junto a  Brian Marsiglia, coordinados por Juan Esteban Rivarola y entrenados físicamente por Alberto Lorenzotti. Expresó estar muy contenta por el grupo que se formó, todos tirando para el mismo lado, con los mismos objetivos y que sentía que existe una muy buena energía, está segura que podrán lograr lo que se proponen.
     Brenda y su equipo, arrancaron el día de hoy la pretemporada con la idea fija en los clasificatorios a los juegos, lo cierto es que el cambio de deporte si bien no le alteró el entrenamiento en cuestiones físicas si le demandará una mayor dedicación en la incorporación de técnicas y estrategias para llevar adelante las regatas. En canotaje se corrían 200 metros, lo cual se requiere una mayor explosión, en cambio ahora deberán recorrer una distancia de dos kilómetros. De todas maneras asegura que el canotaje le brindó una mayor estabilidad y eso le sirve de complemento para el remo.
     
    
    Una de las cuestiones más difícil por resolver al momento de tomar la decisión, es que al cambiarse de deporte perdería la beca que le otorgaba la Secretaria de Deportes (alrededor de 8 mil pesos) que si bien no le alcanzaba para cubrir los gastos que le demanda vivir en otra ciudad que no es la suya (La Plata) eran de gran ayuda. Por eso lanzaron una campaña en busca de sponsors y ayuda para poder sustentar el proyecto , ya que hasta que no tengan buenos resultados a nivel internacional saben que no tendrán ningún aporte de la Secretaria (recordemos que estamos viviendo un momento de ajuste, donde el deporte no está exento). "En enero vamos a ir al municipio de Ensenada ya que el club que representamos,  Regatas La Plata, pertenece a dicha ciudad. También queremos hablar con alguien de  YPF, de Techint, pero por más que nosotros mandemos mails, está bueno ir en persona así nos conocen." afirmó la bolivarense acerca del plan de acción para obtener fondos.


SU RELACIÓN CON EL DEPORTE



En una palabra para ella el deporte es "todo". Arrancó a los cuatro años de edad a hacer gimnasia artística y hasta el 2010 cuando tuvo el accidente donde perdió la movilidad de sus piernas no paró. Luego de éste estuvo un año y medio sin hacer nada, casi sin salir de su casa hasta que por casualidad conoció el mundo del canotaje. Ahí volvió a disfrutar de la vida, "me gustaba porque salía de la silla y no necesitaba pedirle ayuda a nadie, estábamos el bote, el agua y yo, me recordaba mucho a cuando salia a correr que sentía el viento en la cara" comentó Brenda emocionada. El deporte la ayuda a centrar, a relajar, a descargar. Le gusta tanto que siempre que puede prueba deportes nuevos por hobbie, ya lo hizo con el tenis de mesa y la escalada. Le encanta entrenar en el gimnasio, de ningún modo la silla es una limitación "Nací para ésto" dice con una sonrisa cómplice.

    Ella en La Plata se maneja en la silla, sólo usa el auto para ir al club. Comenta que las veredas no están en condiciones, pero que se termina adaptando a ellas porque no le queda otra, si ve que está muy rota va por abajo del cordón. Tampoco hay rampas en todas las esquinas y los locales comerciales la mayoría se encuentran inaccesibles. "Si puedo, lo hago sola, que esté en una silla no quiere decir que requiera ayuda para todo" concluye Brenda en una muestra de carácter y personalidad, pero también piensa que mucha gente en sus mismas condiciones deja de salir a la calle por los miedos a enfrentarse a esas veredas hechas pedazos, las rampas de los colectivos que no funcionan, cree que nos falta un montón como sociedad en el sentido que no nos ponemos en el lugar del otro.
   Pero Brenda no sólo ama, el agua y los deportes en general, tiene otro gran amor. Rex, su perro. Dice que tiene un carácter muy parecido al de ella y que por eso lo entiende cuando hace travesuras o destroza algo. Pero Rex creció más de lo esperado y el monoambiente quedó chico, por eso momentáneamente se encuentra en la casa de sus padres, "lo extraño mucho, amo sacarlo a correr y mojarse en los charcos con barro" comentó riéndose.
   Un poco de la historia de Brenda, que como moraleja nos enseña que el deporte sólo trae cosas buenas a tu vida, y cuánta razón tiene.




                                           

                                                                              Mariano Augusto Bernal