domingo, 8 de agosto de 2021

Resumen de los argentinos en Tokio 2020 día 16 y balance general

 Última jornada olímpica. Con dos representantes argentinos en la mítica maratón. Y se podría decir que tuvimos a nuestro Filípides: aquel mensajero griego que recorrió los 42 km que separaban a la ciudad de Marathon de Atenas para informar el triunfo sobre el Imperio Persa y cuya historia serviría de inspiración para la realización de la maratón desde los primeros Juegos Olímpicos de la modernidad. Nuestro Filípides fue el chubutense, Eulalio Muñoz, que terminó los 42,195 km en 2h16m35 ubicándose en el 31er lugar. Lo de Muñoz fue la mejor participación argentina desde los Juegos Olímpicos de Roma 1960, donde Osvaldo Sánchez fuese 9no. Dicha maratón sería recordada por todos ya que el ganador del oro, el etíope Abebe Bikila, corrió la prueba descalzo. 
En la maratón de Tokio 2020 también se hizo presente -él otro chubutense- Joaquín Arbe finalizando la prueba en 2h21m15 para ubicarse en el 53er lugar. 
La prueba se la llevó el descomunal keniata Eliud Kipchoge con un registro de 2h9m38 (se había llevado el oro en Río 2016 también) . El podio lo completaron dos somalíes nacionalizados: Abdi Nageeye (plata para Paises Bajos) y Bashir Abdi (bronce para Bélgica).


Balance:
La cosecha de medallas es la más baja desde los Juegos de Atlanta 1996, donde también obtuvimos 3 preseas. Pero el contexto es muy diferente: debido a la pandemia, que en primer lugar impidió el entrenamiento (durante 4 meses). Aunque luego tuvieron un año entero de preparación, en ese lapso a lo que muchos deportistas no pudieron acceder fue a competencias de nivel  internacional (muchos torneos y preolímpicos fueron suspendidos ) y a  eso habría que sumarle las limitaciones para hacer viajes al exterior. 
Por eso el papel de nuestros atletas es más que digno, ademas de las tres medallas (Leonas, vóley masculino y Pumas7) se consiguieron 9 diplomas olímpicos. De un diploma a una medalla, es un paso, un mal o buen día lo puede definir. Pero lo cierto es que se estuvo entre los mejores y en la discusión. 
Lo más fácil quizás es compararlo con el desempeño obtenido en Río 2016, pero hay que entender que aquellos Juegos Olímpicos fueron uno de los mejores de la historia olímpica argentina (solo superado por lo hecho en los Juegos de Ámsterdam 1928 y Londres 1948). Pero en Río fueron 4 las preseas obtenidas, una más que en Tokio. Lo que cambió fue el color (3 oros y 1 plata). En diplomas olímpicos tampoco hubo gran diferencia fueron 12 en aquel entonces. No se pudieron revalidar diplomas en boxeo, tiro y lucha.
Debemos estar más que satisfechos, pero con un nuevo desafío. Es muy evidente que los deportes colectivos tienen una  buena base estructural que no tienen los deportes individuales. Se deberá invertir en infraestructura y docencia para que el deporte y la sociedad evolucione. facilitar el acceso para que los chicos elijan el deporte que quieran. Es difícil sacar cantidad de nadadores, cuando hay pocas piletas y eso encarece el valor de las cuotas. Estados Unidos dominó el medallero con 39 oros y 113 medallas en total (11 oros y 30 totales vinieron solo de la natación), cada municipio debe tener una escuela de atletismo, manejada seriamente con un buen presupuesto si queremos tener atletas de pista y lanzadores en el futuro olímpico. Es necesario y vital  el apoyo al deportista de alto rendimiento pero también es necesario invertir recursos y tiempo en las bases para que el semillero sea interminable y que no dependa exclusivamente  de las cualidades particulares de un deportista llegar o no llegar.

Ahora se viene Paris 2024, pero no se olviden que antes, en solo unos días arrancan los Juegos Paralímpicos. Apoyemos de igual forma a esos 54 sueños que  viajarán a tierras niponas.