lunes, 27 de marzo de 2017

Elvismar Rodríguez, con la mente puesta en Tokio.

       La venezolana Elvismar Rodríguez es una de las promesas más firmes que tiene el judo de la región de cara a los todavía lejanos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Con sólo 20 años (los cumplió en febrero) cuenta con palmares suficientes como para que la vislumbremos  con una medalla olímpica en los próximos JJOO. Viene de ser plata en el Grand Slam de Bakú, y bronce en los Grand Slam de Paris y Tokio. En estos momentos se encuentra en Hungría preparándose para los Grand Prix de Tbilisi, Georgia (este fin de semana) y Antalya, Turquía (7-9 de abril) para luego sí, retornar a nuestro continente y focalizarse en el Panamericano de Panamá que se llevará a cabo exactamente dentro de un mes.
      Elvismar pasa gran parte de sus días en el viejo continente ya que la mayor parte de los torneos se hacen allí.  Sus participaciones las ve necesarias para obtener puntos para el ranking mundial (Actualmente es la Nº4) y tener roce de nivel internaiconal de cara a lo que viene. No son muchas las judocas sudamericanas que se encuentran dentro del top ten. Entre las siete categorías, sólo hay nueve dentro de ese rango. Siete de ellas son brasileñas (país que es potencia en el deporte), las restantes son nuestra compatriota, campeona del mundo y olímpica, Paula Pareto y la mismisima Rodriguez.    
   Tiene como gran Anhelo, estar en Tokio y volverse con una presea. Todavía cala hondo en ella, el dolor de haber sido eliminada en el primer combate de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, con una rival claramente inferior como lo es la angoleña Antonia Moreira."No fue nada buena mi participación. Esperábamos más por los resultados anteriores y por el pool donde caí. Pero bueno, así pasó. Ahora mi mente está en Tokio y los mundiales que se hacen anualmente. A Rio lo superamos, me dolió mucho pero es algo que debíamos superar"  afirmó con una tajante sinceridad. Le fue duro clasificar, lo hizo sobre la hora obteniendo la plaza continental, e irse tan rápidamente le provocó un razonable frustración. Quizás los nervios le hayan jugado una mala pasada a esta extraordinaria deportista que ahora exhala sed de revancha. Cabe destacar que las pilas las recargó desde el primer instante que se fue de Rio de janeiro, a los gustosos de las estadísticas les contamos que Elvismar culminó el 2016 con el 72% de las luchas ganadas.  
  
Su amiga Anriquelis en primer plano, Elvismar de fondo en una selfie olímpica
   Pero más allá de lo deportivo, pudo vivir una experiencia inigualable. Estar en un juego olímpico no es para cualquiera, aunque vale resaltar que Elvismar fue medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de la juventud de Nanjing 2014, esto es claramente diferente por la magnitud y convocatoria del acontecimiento. Además pudo disfrutar de la compañía de su madre, su entrenador y de su amiga, compañera de entrenamientos y cómplice, Anriquelis Barrios.
   Desde lo personal podemos concluir según su entorno, que fuera del tatami es una persona netamente social, muy graciosa, que hace reír y divertir al resto. Profundamente profesional, quizás eso sea un legado de su madre, Uvilma Ruíz, una destacada maratonista del país bolivariano. Ella fue la responsable de que Elvismar comenzara judo a los 9 años en Ciudad Guayana de donde es originaria. El destino y Dios la pusieron poco más de una década después en un juego Olímpico, pero seguramente lo mejor no ha llegado. De eso podemos estar seguros.



                                  Mariano Augusto Bernal